crecer. ¡Cuántos dieron a luz una nueva fortaleza, nacida del sufrimiento y la necesidad! Por eso es básico volver fuerte al débil. No escarbar en la desdicha sino en las fuerzas soterradas del espíritu. Buscar la resilencia protectora, la creatividad para descubrir otras alternativas y conservar competencia aun en circunstancias angustiantes.
- No se deje ganar por el miedo o la desesperación. Controle sus emociones.
- Evite la autocompasión, el sentimiento de desvalido y el desánimo.
- No pierda el buen humor y la alegría. No permita que el infortunio amargue su carácter.
- Confíe en usted mismo, en sus capacidades y en la eficacia de sus recursos.
- Busque las vías posibles o nuevas alternativas de solución o superación del problema.
- Piense que la dificultad puede ser una oportunidad para fortalecer y elevar el carácter.
- Aprenda de las experiencias pasadas y de los demás, para saber qué es lo mejor.
- Procure el afecto, el apoyo y la solidaridad de su familia o amigos.
- Privilegie la esperanza. Siempre hay alguna puerta que puede abrirse.
- Ejercite la fe. Confíe en Dios.
- Pereyra M. (2008), Decida ser feliz.